Llegada al Digimundo

- Me llamo Sora Takenouchi y fui elegida junto a otros seis niños para salvar al Digimundo. Un digimon fue seleccionado para que sea mi compañero durante esta aventura que estaba pronta a comenzar… -




-¡Pásame el balón! –gritó Sora al tiempo que corría y le hacía seña a su compañera para que vea donde estaba posicionada. Fue cuestión de que ésta alzara la mirada para efectuar el pase y Sora se encargó de patear y anotar un perfecto gol. -¡Sí! –festejó la jovencita junto al resto del equipo. El partido no se extendió más allá de eso y salieron victoriosas. -Muy buen partido, Sora –comenzaron a decirle sus compañeras mientras ella se disponía a tomar un poco de agua. –Has jugado bien, como siempre… -le decía otra. -¡Excelente, Sora! ¡Sigue así! –y más halagos que a duras penas respondió con una sonrisa pues el cansancio la estaba venciendo.

La joven tomó rápidamente sus cosas y partió de regreso hacia su casa en donde, ni bien llegó, se encontró con su madre que tenía cara de pocos amigos.

–Otra vez jugando fútbol… -la señora Takenouchi se cruzó de brazos.

-No empecemos mamá –le respondió Sora mientras se quitaba los zapatos al entrar y evitaba cruzar miradas con ella.

-Eso es de hombre, hija. Deberías estar aprendiendo el arte de las flores más que eso… Por favor, Sora, sólo eso te pido –le dijo su madre relajando un poco su rostro de enfado.

-¡No, mamá! ¡Sabes que eso no es lo que me gusta! ¡Déjame en paz! –y salió corriendo directo a su cuarto en donde se encerró.

Sora apoyó su espalda contra la puerta cerrada de su dormitorio con un evidente rostro de enojo que se fue relajando poco a poco a medida que pasaron los segundos hasta que terminó sentándose en el piso. ¿Qué problema tenía su madre con que practicara el deporte que le gustaba? ¡No le gustaban las flores! ¡Las odiaba! Y no tenía la paciencia suficiente para realizar lo mismo que su madre… Pero ella seguía sin entenderlo por más que insistiera e insistiera. Tras unos minutos de debate interno, la joven terminó tomando una ducha y luego prendió su computadora para despejar un poco la mente. Sólo que el aparato parecía no funcionar como debía…

-¿Pero qué le pasa a esto? ¡Funciona! –y le dio un suave golpe al monitor.

Y entonces la computadora comenzó a emitir un extraño resplandor dorado que no tardó en absorberla a una extraña dimensión donde todo parecía normal. Sora estaba asustada, no sabía qué había pasado, no sabía dónde estaba. –Mamá… -fue lo único que pudo pronunciar mientras observaba como su cuarto había cambiado por lo que parecía un bosque o algo así.

-¡Hola! –dijo una voz bastante alegre y la chica no pudo más que asustarse no sólo al escucharla sino también la ver a la criatura que se estaba dirigiendo a ella.

-¡Qué cosa eres! –exclamó y se alejó unos pasos sin dejar de mirarla.

-Soy tu digimon compañero. Me llamo Yokomon, ¡mucho gusto! –y le sonrió ampliamente.



-¿Mi… mi… mi… digimon? ¿Qué es eso? –le preguntó entre confundida y sorprendida.

-Él será tu compañero durante tu viaje, jovencita. No deberías mirarlo de esa manera… -dijo otra voz y esta vez se encontró con un ancianito. Antes de siquiera preguntar, se presentó solo. –Soy Gennai y mi deber será guiarte en esta aventura que está por comenzar. Primero que nada, toma –y le entregó un extraño aparato que Sora observó con atención sin saber a ciencia cierta qué era.



–Ese es tu digivice y ayudará a tu digimon a digievolucionar cuando sea el momento claro… Ahora caminemos y hablemos un poco del mundo en el que te encuentras –le dijo el anciano y ella no pudo más que aceptar pues, después de todo, no tenía ni idea de donde estaba. Tenía la mínima esperanza de que la llevara de regreso a casa…

Y fue así como el señor Gennai le explicó un poco sobre el lugar en el que estaba, qué eran los digimons, para qué servía su digivice con más detalles, cómo llegaba un digimon a digievolucionar y demás… Su aventura había comenzado.

Aquí están las respuestas

1- Si un ataque con efecto cancelar daña al oponente, se podrá elegir una de las técnicas usadas en el combate, ya sea de ataque o defensa, se lanzarán cuatro dados y por cada acierto el digimon no podrá usar la técnica anteriormente elegida.

2- El digimon defensor debe superar en 80 puntos a la velocidad del oponente para esquivar el cuarto ataque.

3- Resulta que el atributo Virus es superior al atributo Base de Datos, por lo que el digimon con atributo Virus aumentará el daño en 10 por cada ataque que realice.

4- La estabilidad es la capacidad que tiene un digimon para permanecer evolucionado. Un digimon inicial no tendrá control de sus digievoluciones más fuertes y, para ganar la estabilidad nombrada, deberá visitar el campo de entrenamiento de Nanimon.

5- Si se ataca con base, el digimon perderá 20% de la salud que posea al momento de usarla. Si se defiende con base, el digimon sólo perderá 10 de su salud.

Y los dados!

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